Diez miradas a la esencia de Málaga

Hemos recorrido Málaga y preguntado qué la hace tan especial, cuáles son los elementos que definen su carácter, cuál es el esencia de Málaga. Y hemos encontrado diez claves que encierran la respuesta.

Málaga es un lugar: un lugar especial

Lo supieron los navegantes fenicios que fundaron esta ciudad, Malaka, una de las más antiguas del Mediterráneo, hace ya 2800 años. Eligieron para ello un fondeadero protegido de los vientos dominantes por un monte -el monte que siglos después llamarían Gibralfaro y que domina la ciudad. Así Málaga es monte y puerto a sus pies: posada y camino, lugar de reposo y parada obligada en la navegación.

Vista de Málaga desde Gibralfaro

Málaga es un clima

Es la ciudad más soleada de España, solo por detrás de Huelva, y su temperatura media es de 19º. Los pioneros del turismo ya lo destacaron hace más de un siglo cuando crearon la Sociedad Propagandista del Clima y Embellecimiento de Málaga. El clima explicaría el carácter alegre, el dinamismo y la intensa vida de sus calles, en la que a todas horas encontramos una terraza en la que disfrutar de una buena charla.

Terrazas en Muelle Uno

La ciudad destaca por sus jardines

El Parque es el más conocido al estar en el centro de la ciudad; fue creado a principios del siglo XX sobre los terrenos del puerto antiguo ganados al mar. A las afueras de Málaga se encuentra el Jardín Botánico-Histórico de La Concepción, uno de los jardines más hermosos e importantes de nuestro país por la riqueza de su flora tropical y subtropical,  la belleza de su palacete y por sus sorprendentes rincones, como el del Museo Loringiano.

Jardín Botánico de la Concepción

Teatro romano

Malaca se había convertido ya en el siglo I en “la principal ciudad de la costa” y era famosa en la capital del imperio por sus industrias de salazones y su exquisito garum. La huella más importante de la ciudad romana es su Teatro que ha llegado hasta nuestros días en buen estado de conservación. Construido sobre una ladera en el siglo I aC, estuvo en uso sólo 300 años; redescubierto en 1951 es hoy uno de los principales monumentos de la ciudad y posiblemente el más visitado, debido a su interesante Centro de Interpretación y a sus visitas guiadas.

Teatro romano de Málaga

La Alcazaba

En la ladera del monte Gibralfaro se construiría la Alcazaba, el recinto palaciego de la Malaqa islámica, contiguo a la ciudad y unido a ella y al castillo por sus murallas. Levantada a partir del siglo X, tiene un doble recinto amurallado, en el que destacan el imponente Arco del Cristo, la Puerta de los Arcos, hermosos patios como el de la alberca, y el palacio nazarí de los Cuartos de Granada. La Alcazaba es un espacio de atractiva visita, por sí misma, y por sus vistas panorámicas de la ciudad crecida a sus pies.

La Alcazaba de Málaga

Ibn Gabirol

Si piensas en un malagueño universal… anterior al siglo XX, debes pensar en el filósofo y poeta judío Salomón Ibn Gabirol , conocido también como Avicebrón. Nacido en 1020 paso la infancia en la ciudad hasta que la familia se vió obligada a marchar hacia Zaragoza.  Apasionado del estudio, era experto en la lengua hebrea de la que escribió una  gramática y en la que introdujo modos poéticos de la lengua árabe. “El origen de la vida” escrito en árabe y traducido prontamente al latín lo convirtió en un filósofo universal. Una estatua le recuerda en Málaga.

Estatua de Ibn Gabirol

Espetos

Sólo en una ciudad que es puerto y respira el mar por sus poros, se puede dar la invención del espeto, el método perfecto para cocinar las sardinas a la brasa. Su creación se atribuye a Miguel Martínez, de la barriada marinera de El Palo, allá por los 1880.  Miguel el de las sardinas, ensartó  las sabrosas, nutritivas y baratas sardinas en cañas cortadas en lanza  que recogía en los cañaverales junto a la playa. Hasta el rey Alfonso XII –por indicación de Miguel- se chuparía los dedos.  ¿El secreto de tanta delicia? El aire del mar sopla hacia las sardinas, de las brasas solo llega el calor pero nunca la llama, se cocinan en sus propios aceites.

Espeto de sardinas

Calle Larios

Es la calle Mayor de Málaga y la quinta de más precio en toda España. Es una calle bastante joven en una ciudad bimilenaria, ya que se inauguró en 1891; fue construida sobre la ciudad medieval existente para comunicar la plaza mayor de la ciudad (la actual plaza de la Constitución) con el puerto. La calle más emblemática de Málaga se renovó totalmente con su peatonalización y hoy en día es el paseo más animado de la ciudad.

Ambiente en Calle Larios, Málaga

Picasso

En uno de los rincones más bellos del centro histórico, la calle de San Agustín, se encuentra el Museo dedicado al malagueño más universal, al artista más influyente del siglo XX, Pablo Picasso.  El Museo tiene su origen en 1953 cuando Picasso ofrece la donación “no de dos obras, sino de dos camiones” para crear un Museo en su ciudad natal, operación frustrada por la negativa de las autoridades franquistas. Tuvieron que pasar seis décadas para que el museo fuera una realidad y que malagueños y visitantes puedan contemplar en su ciudad natal una equilibrada colección que lleva desde sus primeros estudios académicos a las últimas pinturas de los años setenta.

Museo Picasso de Málaga

La ciudad cosmopolita

Muchos visitantes del Museo Picasso de Málaga se sorprenden al contemplar en él parte de la muralla de la ciudad fenicia. El lugar es una metáfora de la propia ciudad, una sucesión de capas, formadas por distintas culturas y civilizaciones que han acabado por conformar su espíritu abierto, tolerante y cosmopolita. Málaga, ciudad puerto, es una afortunada combinación entre el que está y el que llega, hogar, lugar de paso, derrotero en el que leer el rumbo la navegación. La ciudad en que todos somos bienvenidos.

 

Malaga harbour