Salamanca, la ciudad de las dos catedrales

En Salamanca las piedras hablan y parecen respirar; paseas por la ciudad y a la vez que vives el ahora reconoces el ayer. Depende de donde te detengas te sentirás transportado al siglo XVI, al XII… o a 2.000 años atrás. Pasas unos días en Salamanca, la recorres y la disfrutas, y sabes que cuando vuelvas de nuevo, la ciudad seguirá estando ahí.

 

Rótulos en los muros 

Puente Romano

La ciudad está ahí porque hay un río y un lugar donde cruzarlo:Busca un vado, una colina para dominarlo y ya tienes una ciudad. Ponle un nombre que lo cuente: Salamanca. Los siglos la reconocerán como Patrimonio dela Humanidad.

Entramos en ella cruzando el Puente Mayor del Tormes, el puente romano que formara parte de la Vía de la Plata, conectando de sur a norte el occidente de Hispania, desde Mérida hasta Astorga. El Puente fue la única vía de acceso a la ciudad desde su construcción hace dos mil años y hasta principios del siglo XX. Al cruzarlo encontramos la figura del Verraco,  escultura prerromana citada en una de las cumbres de la literatura española, el Lazarillo de Tormes.

Salamanca view from the Roman Bridge

Subimos por la Ribera del Puente y la Cuesta de Tentenecio que debe su nombre al prodigio atribuido a San Juan de Sahagún: Al grito de“Tente, necio!” hizo que un toro escapado del mercado se detuviera mansamente cuando se disponía a embestir a una madre con su hijo. Ciudad de prodigios, milagros, mitos y leyendas, como la de la Cueva de Salamanca en la que, según la tradición popular, impartía clases el diablo.

Pasamos por el Antiguo Colegio de San Ambrosio - ArchivoGeneral de la Guerra Civil que incluye en su interior un sorprendente Museo de la Masonería-, y por la contigua Casa Lis -Museo del Art Nouveau y Decó con una importante colección de muñecas de porcelana- hasta llegar al Huerto de Calixto y Melibea, un acogedor jardín que pudo ser el escenario de los amores que Fernando de Rojas narra en La Celestina. El Huerto está situado en un emplazamiento singular, justo encima de la muralla con vistas al Tormes y a las torres de la Catedral.

Las dos catedrales

Fachada principal de la Catedral  

Hay ciudades tan importantes que tienen dos catedrales en vez de una. La catedral antigua de Salamanca es del siglo XII, y la nueva del XVI. La Torre que nos aparece en nuestro callejear pertenece a la nueva, y la vemos casi de milagro ya que el terremoto de Lisboa de 1755 estuvo a punto de convertirla en ruina. Entramos a la Catedral por la Portada del Nacimiento, una de las máximas expresiones del plateresco, orfebrería en piedra decorada al milímetro; recorremos sus naves, en las que el gótico se transforma y parece decir adiós a la Historia, y nos detenemos en el coro de Joaquín Churriguera,miembro de una dinastía de arquitectos que nos ha dejado edificios emblemáticos e imponentes retablos barrocos.

Torres de la catedral y veleta 

Entre una catedral y otra paseamos por nueve siglos de trabajos, de pasión por la belleza y la obra bien hecha. Viniendo de la Catedral nueva, la vieja parece modesta, a pesar de su exterior con ecos de fortaleza, la Fortis Salmantina; sus elementos más conocidos son el retablo mayor (siglo XV) y el cimborrio, (siglo XII) que tomaría el nombre popular de Torre del Gallo por la veleta que lo coronaba.

Si de la importancia de la ciudad dan fe sus dos catedrales,de esa misma importancia da razón su Universidad, la más antigua de España y entre las cuatro más antiguas de Europa. Decir Salamanca es decir Universidad,Estudios, Escuelas y Libreros. El conjunto de la fachada de las Escuelas Mayores (con su portada plateresca rivalizando con la de la Catedral), el Claustro de las Escuelas Menores (donde se cursaban los estudios de bachiller)y el Patio de las Escuelas (con su estatua de Fray Luis de León) es uno de esos espacios urbanos que reconocemos como eternos.

Patio de las Escuelas y Claustro 

La calle Libreros y la Rúa Antigua nos llevan a la Casa de las Conchas, en origen palacio, luego cárcel universitaria, y en la actualidadBiblioteca Pública del Estado. Su fachada, con el blasón familiar de su constructor, el catedrático Rodrigo Maldonado, y las conchas de la orden de Santiago a la que pertenecía, es uno de los iconos más reconocidos de nuestro país.

Casa de las conchas

Plaza Mayor

La Rúa Antigua desemboca en la Rúa Mayor que nos llevará a la Plaza de la ciudad. Construida sobre parte de una gran plaza del mercado existente y siguiendo el modelo de las de Valladolid y Madrid, la Plaza Mayor de Salamanca fue declarada Monumento Nacional en 1935 “por ser la más decorada,proporcionada y armónica de todas las de su época”.

Presidida por el Ayuntamiento, sigue siendo el corazón de la ciudad y testigo de sus cambios, entre ellos, la progresiva sustitución de la presencia de estudiantes por la de turistas. La recorremos deteniéndonos en sus detalles, como los medallones de los personajes históricos ligados a la historia de Salamanca; reconocemos a don Miguel de Unamuno, filósofo y rector,y protagonista de un gesto valiente en tiempos difíciles, cuando defendió la voz pausada de la inteligencia frente al grito estentóreo de la barbarie.

Plaza Mayor 

Tiempo es ya de tomar un café al menos, será en el Noveltyen la misma Plaza Mayor, son más de cien años ya los que atesora, toda una historia que es la del siglo XX, y ahí sigue; como la ciudad, como don Miguel,como don Gonzalo

 

La Ruta

Si lo deseas, puedes acompañarnos en esta ruta por la ciudad de las dos catedrales; te señalamos también la localización exacta de las fotos de Jorge G. Rojas.


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